Apasionante. Esa es la palabra que define el momento actual
que vivimos en el mundo del marketing, la inteligencia de negocio y la relación
con el consumidor. Empezamos un nuevo curso con energía y con expectativas
espectaculares.
Ante nuestros ojos y cerebro se anteponen retos interesantes
que abordar y como titulé en la ponencia del Observatorio Marketing Leaders
Profile (estudio realizado junto al Club de Marketing de Barcelona y con la
colaboración de Arvato e IPMARK a 150 directores de marketing en España), el
reto fundamental es definir “el impacto humano en un entorno digital”.
Esta radiografía de la dirección de marketing nos ha
otorgado elementos interesantes, el fundamental es que el presente y futuro
cercano pasa por la transformación y adaptación digital y el conocimiento de
clientes y consumidores ante la experiencia y los datos.
Marketing digital, análisis de datos, detección de insights
y fidelización de clientes son los elementos que considera imprescindibles la
dirección de marketing en la mejora de habilidades y desempeños de la
organización para adaptarse a los nuevos parámetros de los consumidores.
Un 85% de los directores de marketing afirma que existe una
necesidad de cambio en las organizaciones para adaptarse a una nueva realidad,
con perfiles técnicos y creativos que sean capaces de transformar la compañía
en un elemento vital y cultural que entienda perfectamente las necesidades,
deseos, inquietudes de sus clientes actuales y potenciales.
La velocidad de adaptación en este entorno cada vez más
digitalizado es fundamental y el vértigo puede ser importante, este es un ingrediente importante, ya que la
velocidad marca el camino el 99,99% de las ocasiones, de ahí que una de las
frases de este siglo sea la de “no tengo tiempo, lo siento”. Un error de
increíbles consecuencias hoy en día ya que no tener tiempo es desdeñar oportunidades
para no quedarse inmóvil ni estancado en un presente que te puede sobrepasar
por encima y quedar en el olvido en una décima de segundo.
Instragram ha conseguido 500 millones de usuarios en 3 años,
¿cuánto tardó la televisión o el teléfono en conseguirlo?
Si juntamos la menor lentitud de adaptación desde el mundo
del marketing dónde hay vigentes aspectos de los años 60 con el mundo actual es
cuando se genera una disonancia peligrosa que algunos aprovechan en lo que
siempre se ha denominado, a rio revuelto
ganancia de pescadores.
Desde mi posición privilegiada he asistido en los últimos
meses a auténticas barbaridades en materia de inteligencia de mercado y de
negocio, juicios de valor sin sentido y recomendaciones estratégicas absurdas,
realizadas por auténticos “tricksters”, cuyo único propósito es hacer que la
rueda gire y gire como en la metáfora de la película “Wolf of Wall Street”.
Mira la escena que es increíblemente excelente (desde el segundo 55 al minuto
2:50).
El cambio implica velocidad y la velocidad implica agilidad
de movimientos pero sin caer nunca en la irracionalidad de procesos que algunas
compañías están llevando a cabo por el vértigo que supone este nuevo paradigma.
Un consejo desde la modestia de mi posición irrelevante,
analizar, analizar y analizar, definir una estrategia consensuada y poner toda
la carne en el asador para conseguir los objetivos. Empatía, agilidad, ideas,
creatividad, predicciones realistas, innovación, esfuerzo y cultura
corporativa. No hay más secreto para la visión estratégica.
Que la pasión no se convierta en ceguera estratégica. Una
época apasionante que requiere de análisis inteligentes y ágiles pero con
reflexión estratégica de negocio.
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