Friday, 2 September 2016

El cambio, la velocidad y los vendedores de humo

Apasionante. Esa es la palabra que define el momento actual que vivimos en el mundo del marketing, la inteligencia de negocio y la relación con el consumidor. Empezamos un nuevo curso con energía y con expectativas espectaculares.

Ante nuestros ojos y cerebro se anteponen retos interesantes que abordar y como titulé en la ponencia del Observatorio Marketing Leaders Profile (estudio realizado junto al Club de Marketing de Barcelona y con la colaboración de Arvato e IPMARK a 150 directores de marketing en España), el reto fundamental es definir “el impacto humano en un entorno digital”.

Esta radiografía de la dirección de marketing nos ha otorgado elementos interesantes, el fundamental es que el presente y futuro cercano pasa por la transformación y adaptación digital y el conocimiento de clientes y consumidores ante la experiencia y los datos.


Marketing digital, análisis de datos, detección de insights y fidelización de clientes son los elementos que considera imprescindibles la dirección de marketing en la mejora de habilidades y desempeños de la organización para adaptarse a los nuevos parámetros de los consumidores.


Un 85% de los directores de marketing afirma que existe una necesidad de cambio en las organizaciones para adaptarse a una nueva realidad, con perfiles técnicos y creativos que sean capaces de transformar la compañía en un elemento vital y cultural que entienda perfectamente las necesidades, deseos, inquietudes de sus clientes actuales y potenciales.

La velocidad de adaptación en este entorno cada vez más digitalizado es fundamental y el vértigo puede ser importante,  este es un ingrediente importante, ya que la velocidad marca el camino el 99,99% de las ocasiones, de ahí que una de las frases de este siglo sea la de “no tengo tiempo, lo siento”. Un error de increíbles consecuencias hoy en día ya que no tener tiempo es desdeñar oportunidades para no quedarse inmóvil ni estancado en un presente que te puede sobrepasar por encima y quedar en el olvido en una décima de segundo.

Instragram ha conseguido 500 millones de usuarios en 3 años, ¿cuánto tardó la televisión o el teléfono en conseguirlo?

Si juntamos la menor lentitud de adaptación desde el mundo del marketing dónde hay vigentes aspectos de los años 60 con el mundo actual es cuando se genera una disonancia peligrosa que algunos aprovechan en lo que siempre se ha denominado,  a rio revuelto ganancia de pescadores.

Desde mi posición privilegiada he asistido en los últimos meses a auténticas barbaridades en materia de inteligencia de mercado y de negocio, juicios de valor sin sentido y recomendaciones estratégicas absurdas, realizadas por auténticos “tricksters”, cuyo único propósito es hacer que la rueda gire y gire como en la metáfora de la película “Wolf of Wall Street”. Mira la escena que es increíblemente excelente (desde el segundo 55 al minuto 2:50).




El cambio implica velocidad y la velocidad implica agilidad de movimientos pero sin caer nunca en la irracionalidad de procesos que algunas compañías están llevando a cabo por el vértigo que supone este nuevo paradigma.

Un consejo desde la modestia de mi posición irrelevante, analizar, analizar y analizar, definir una estrategia consensuada y poner toda la carne en el asador para conseguir los objetivos. Empatía, agilidad, ideas, creatividad, predicciones realistas, innovación, esfuerzo y cultura corporativa. No hay más secreto para la visión estratégica.

Que la pasión no se convierta en ceguera estratégica. Una época apasionante que requiere de análisis inteligentes y ágiles pero con reflexión estratégica de negocio.


 Jordi Crespo

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